(Text en català i castellà)
CATALÀ:
Un
dissabte qualsevol, d’aquells en que sobtadament s’amaga el sol i l’obscuritat
dels components gasosos i líquids del cel cobreixen la superfície; surt aquell
grup de filòsofs un darrere l’altre, posicionats en dues línies perfectes i amb
un trident dels “Men in Black” al davant, tot això mentre una obra mestra de la
música contemporània retruny per tota l’estructura (també obra mestra
contemporània amb lleugers tocs postmodernistes); aleshores, com si hi
haguessin molls als seients del plàstic mig podrit tothom es posa en peus per
victorejar als racionalistes que buscaran vèncer “les absurdes idees
empiristes” d’aquells “mamarratxos” de blanc i negre. Quan per fi la cançó homenatge al sol, a les flors i a la llum
acaba i en Tommy Lee Jones bufa el xiulet amb tantes ganes que fins i tot el
fugitiu que s’amagava a sis mil quilòmetres ho escolta provocant que comenci a
correr, el grup d’idealistes corre cap enrere esperant a que el seu rival
empenyi l’esfèric cap a ells.
Els minuts
passen i la pilota canvia de mans 43 cops sense cap esdeveniment remarcable
excepte aquell pupil que en un moment determinat colpeja la pilota amb l’espero
per retornar-la al camp; tot això baix l’atenta mirada de 22 pals que subjecten
banderes de diferents colors, algunes d’elles d’altres grups intel·lectuals:
trobem en primer lloc els burgesos modernistes, seguit de l’aristocràcia de la
capital i la falsa aristocràcia de la capital, si seguim girant a la dreta anem
observant les banderes dels il·lustrats enganyats, dels economistes que es
creuen dogmàtics o d’aquell reduït grup de comandat pel majorista de carxofes.
Aquets pals s’expandeixen pel frontal, per l’àrea més ampla observable i un poc
més aïllats però en una posició més il·lustrada si cap, hi son la bandera dels
“toreros” seguida de la dels “xocolateros”, juntes pareixen un collage d’un
obra de Joan Miró un dia que no es trobava ve de l’estomac.
No es
política això, son simplement 22 romancers colpejant una pilota mentre els
propietaris se’ls veuen des de llocs il·lustres, amb cara arrelada en la més
profunda amargor per evitar cert cinisme que podria suposar-los algun entrebanc
amb els “mass media”; però no, tranquils que això no es política. Porten
banderes anticonstitucionals! Correu! Aviseu a la Benemérita! Atenció! Que
aquell que corre per la banda cobra 17 milions d’euros! Empresonem-lo! No, No,
Espera, que se’n se ell no guanyem. D’acord aleshores deixeu-lo estar.
GOOOOOOOL! De qui? Del corrupte aquell?, o d’aquell calb que va tenir aquell
embolic amb la noia aquella? O et refereixes a aquell que va falsificar uns
documents per a portar una petita embarcació ? A no, no ha sigut gol mentider,
simplement era un efecte òptic provocat pel reflex de la calba del president
aquell condemnat per un miler de coses que està segut al costat de l’altre que
li donava milions al pare d’un jugador i se’n anaren tots dos de Caipirinhes.
Aquestes
últimes línies no anaven de veres. Al futbol tot es llums, goig i felicitat, la
veritat es que es un esport màgic (açò ho dic de debò), i que a aquell que li
agrada ho gaudeix moltíssim. Ens podem quedar tancats en el simple acte de
colpejar la pilota però deixaríem al marge un fum d’elements que transformen el
futbol i l’esport en general en allò que realment em pareix interesant que es
el context polític i social que impliquen. No vull dir amb això que cregui que
deu ser així, això pot generar un debat interesant però el que no es pot negar
es la realitat que te actualment l’esport i que cal analitzar. L’afectació
política que te cada acció de partit, tant me fa si es al camp, com a la grada,
com a un periòdic local, es capaç de moure fins al més petit dels petits, fins
al més gandul dels ganduls. No ignorem la realitat i centrem-nos en
analitzar-la i interpretar-la, es el millor per al futbol, per a l’esport, per
a tots.
CASTELLANO:
Un sábado cualquiera, de aquellos en que repentinamente se esconde el sol y la oscuridad de los componentes gaseosos y líquidos del cielo cubren la superficie; sale aquel grupo de filósofos uno tras otro, posicionados en dos líneas perfectas y con un tridente de los "Men in Black" delante, todo esto mientras una obra maestra de la música contemporánea retumba por toda la estructura (también obra maestra contemporánea con ligeros toques posmodernistas); entonces, como si hubieran muelles en los asientos del plástico medio podrido todo el mundo se pone en pie para vitorear a los racionalistas que buscarán vencer "las absurdas ideas empiristas" de aquellos "mamarrachos" de blanco y negro. Cuando por fin la canción homenaje al sol, a las flores ya la luz termina y Tommy Lee Jones sopla el silbato con tantas ganas que incluso el fugitivo que se ocultaba a seis mil kilómetros lo escucha provocando que comience a correr, el grupo de idealistas corre hacia atrás esperando a que su rival empuje el esférico hacia ellos.
Los minutos pasan y el balón cambia de manos 43 veces sin ningún acontecimiento remarcable excepto aquel pupilas que en un momento determinado golpea el balón con la espero para devolverla al campo; todo ello bajo la atenta mirada de 22 postes que sujetan banderas de diferentes colores, algunas de ellas de otros grupos intelectuales: encontramos en primer lugar los burgueses modernistas, seguido de la aristocracia de la capital y la falsa aristocracia de la capital, si seguimos girando a la derecha vamos observando las banderas de los ilustrados engañados, los economistas que se creen dogmáticos o de aquel reducido grupo de mando del mayorista de alcachofas. Estos postes se expanden por el frontal, por el área más ancha observable y un poco más aislados pero en una posición más ilustrada si cabe, estan la bandera de los "toreros" seguida de la de los "xocolateros", juntas parecen un collage de un obra de Joan Miró un día que no se encontraba viene del estómago.
No se política embargo, son simplemente 22 romanceros golpeando una pelota mientras los propietarios se les ven desde lugares ilustres, con cara enraizada en la más profunda amargura para evitar cierto cinismo que podría suponerles algún tropiezo con los "mass media "; pero no, tranquilos que esto no se política. Llevan banderas anticonstitucionales! Correo! Avise a la Benemérita! ¡Atención! Que aquel que corre por la banda cobra 17 millones de euros! Encarcelamos ayudarnos No, no, espera, que se él no ganamos. De acuerdo entonces dejarlo estar. Goooooool! De quién? Del corrupto aquel ?, o de aquel calvo que tuvo aquel lío con la chica aquella? O te refieres a aquel que falsificó unos documentos para llevar una pequeña embarcación? A no, no ha sido gol mentiroso, simplemente era un efecto óptico provocado por el reflejo de la calva del presidente aquel condenado por un millar de cosas que está sentado al lado del otro que le daba millones al padre de un jugador y se 'n fueron ambos de caipirinhas.
Estas últimas líneas no iban de verdad. En el fútbol todo se luces, alegría y felicidad, la verdad es que es un deporte mágico (esto lo digo en serio), y que a aquel que le gusta lo disfruta muchísimo. Nos podemos quedar encerrados en el simple acto de golpear el balón pero dejaríamos al margen un humo de elementos que transforman el fútbol y el deporte en general en lo que realmente me parece interesante que es el contexto político y social que implican. No quiero decir con esto que crea que debe de ser así, esto puede generar un debate interesante pero lo que no se puede negar es la realidad que tiene actualmente el deporte y que hay que analizar. La afectación política que tiene cada acción de partido, me da igual si se en el campo, como en la grada, como un periódico local, es capaz de mover hasta el más pequeño de los pequeños, hasta el más vago de los vagos. No ignoramos la realidad y centrémonos en analizarla e interpretarla, es el mejor para el fútbol, para el deporte, para todos.
CASTELLANO:
Un sábado cualquiera, de aquellos en que repentinamente se esconde el sol y la oscuridad de los componentes gaseosos y líquidos del cielo cubren la superficie; sale aquel grupo de filósofos uno tras otro, posicionados en dos líneas perfectas y con un tridente de los "Men in Black" delante, todo esto mientras una obra maestra de la música contemporánea retumba por toda la estructura (también obra maestra contemporánea con ligeros toques posmodernistas); entonces, como si hubieran muelles en los asientos del plástico medio podrido todo el mundo se pone en pie para vitorear a los racionalistas que buscarán vencer "las absurdas ideas empiristas" de aquellos "mamarrachos" de blanco y negro. Cuando por fin la canción homenaje al sol, a las flores ya la luz termina y Tommy Lee Jones sopla el silbato con tantas ganas que incluso el fugitivo que se ocultaba a seis mil kilómetros lo escucha provocando que comience a correr, el grupo de idealistas corre hacia atrás esperando a que su rival empuje el esférico hacia ellos.
Los minutos pasan y el balón cambia de manos 43 veces sin ningún acontecimiento remarcable excepto aquel pupilas que en un momento determinado golpea el balón con la espero para devolverla al campo; todo ello bajo la atenta mirada de 22 postes que sujetan banderas de diferentes colores, algunas de ellas de otros grupos intelectuales: encontramos en primer lugar los burgueses modernistas, seguido de la aristocracia de la capital y la falsa aristocracia de la capital, si seguimos girando a la derecha vamos observando las banderas de los ilustrados engañados, los economistas que se creen dogmáticos o de aquel reducido grupo de mando del mayorista de alcachofas. Estos postes se expanden por el frontal, por el área más ancha observable y un poco más aislados pero en una posición más ilustrada si cabe, estan la bandera de los "toreros" seguida de la de los "xocolateros", juntas parecen un collage de un obra de Joan Miró un día que no se encontraba viene del estómago.
No se política embargo, son simplemente 22 romanceros golpeando una pelota mientras los propietarios se les ven desde lugares ilustres, con cara enraizada en la más profunda amargura para evitar cierto cinismo que podría suponerles algún tropiezo con los "mass media "; pero no, tranquilos que esto no se política. Llevan banderas anticonstitucionales! Correo! Avise a la Benemérita! ¡Atención! Que aquel que corre por la banda cobra 17 millones de euros! Encarcelamos ayudarnos No, no, espera, que se él no ganamos. De acuerdo entonces dejarlo estar. Goooooool! De quién? Del corrupto aquel ?, o de aquel calvo que tuvo aquel lío con la chica aquella? O te refieres a aquel que falsificó unos documentos para llevar una pequeña embarcación? A no, no ha sido gol mentiroso, simplemente era un efecto óptico provocado por el reflejo de la calva del presidente aquel condenado por un millar de cosas que está sentado al lado del otro que le daba millones al padre de un jugador y se 'n fueron ambos de caipirinhas.
Estas últimas líneas no iban de verdad. En el fútbol todo se luces, alegría y felicidad, la verdad es que es un deporte mágico (esto lo digo en serio), y que a aquel que le gusta lo disfruta muchísimo. Nos podemos quedar encerrados en el simple acto de golpear el balón pero dejaríamos al margen un humo de elementos que transforman el fútbol y el deporte en general en lo que realmente me parece interesante que es el contexto político y social que implican. No quiero decir con esto que crea que debe de ser así, esto puede generar un debate interesante pero lo que no se puede negar es la realidad que tiene actualmente el deporte y que hay que analizar. La afectación política que tiene cada acción de partido, me da igual si se en el campo, como en la grada, como un periódico local, es capaz de mover hasta el más pequeño de los pequeños, hasta el más vago de los vagos. No ignoramos la realidad y centrémonos en analizarla e interpretarla, es el mejor para el fútbol, para el deporte, para todos.
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